LOS MALOS TRATOS

Tema peliagudo el del maltrato.

Existe más de lo que creemos, porque no siempre hay maltrato físico que es el que deja moratones por los golpes, también hay maltrato psicológico, que no deja huellas visibles pero cuyos "moratones emocionales" pueden durar toda la vida. 

Hablarle mal a nuestros hijos, usar insultos, críticas, ridiculizaciones, decirle que no se le quiere o no cubrirle las necesidades básicas son causas de maltrato y no hay que llegar a que tengan abusos o cualquier tipo de violencia sexual para que estos niños queden marcados. 

Suelo escuchar con frecuencia que se les dice a los niños "eres tonto", "no sirves para nada" "eres malo"... y las verbalizaciones que salen de la boca de un adulto significativo, se interiorizan tanto en el niño que terminan creyéndolo y condicionan su vida futura.

Otra forma de maltrato que se da con frencuencia ocurre en el trascurso de las separaciones de las parejas, hablar mal del otro progenitor, usar a los niños como moneda de cambio, manipular las decisiones del otro a través de permitir las visitas o no permitirlas, hacer que los niños se posicionen a favor y en contra de uno de sus padres...

En el tiempo en el que nos ha tocado vivir, tenemos mucho miedo a que nuestros niños se traumaticen y no nos damos cuenta hasta qué punto, la forma en la que les hablamos pueden llegar a trastornarlos.

Y sin justificar en ningún momento a los adultos que pueden caer en este error, es cierto que el nivel de estrés, de ansiedad o de frustración que pueden sentir estos padres, influye de forma significativa negativamente en la capacidad de soportar determinados comportamientos desadecuados de sus hijos, por lo que debemos ser muy conscientes, cuando estemos en casa y estemos al borde de la desesperación, qué me está pasando, por qué estoy enfadado de forma previa, ya que " El enfado se construye sobre enfado" y a partir de ahí, depende de nuestro autocontrol si voy a llegar a desbordarme y voy a pagar con quien menos culpa tiene mis sentimientos negativos.

CUANDO NO ACEPTO MI SEPARACIÓN

Hay veces que las circunstancias nos desbordan, no las aceptamos e incluso perdemos el norte.

Que te deje a un lado tu pareja o tu amigo o el padre de tus hijos...es algo muy difícil de gestionar, pero aún así, una parte importante de cómo reacciono yo a esto depende de mi personalidad previa.

El grado de enfado, de necesidad de venganza, de tristeza, de furia o de ignorancia es lo que nos hace diferentes, ya que son sentimientos que, de base, podemos sentir todos.

En el caso de las parejas con niños, lo último que nos debemos permitir es intentar hacer daño al otro a través de los hijos, porque desgraciadamente, en esas lides, los que realmente pierden y sienten son ellos. 

"Te los llevas", "no te los llevas", "tu madre o tu padre nos deja porque no nos quiere", "pídeselo a tu padre (o madre), que ella tiene dinero", "si te vas a ir con tu padre (o madre) no te lo perdonaré"...estas y muchísimas más frases como estas son constitutivas de maltrato. Es un puro maltrato psíquico. A veces no somos conscientes de lo que marcan a un niño porque estamos sumidos en un dolor que no nos deja ver más allá del abandono del que hemos sido víctimas.

Siempre tiene la culpa alguien, el/la que abandona, la nueva pareja, las circunstancias que nos rodean....pero creo que lo que realmente debemos mirar es "¿qué grado de responsabilidad tengo yo en esto que me está pasando?", porque un mínimo de responsabilidad siempre se tiene en la vida en cada una de las circunstancias que nos ocurren, ya sean en sentido positivo como en el negativo y si no soy capaz de darme cuenta de esto, volveré a caer en lo mismo una y otra vez. 

Veo a diario adultos marcados por tristeza, desconfianza, inseguridades que son frutos de una separación de sus padres mal gestionada.

Por eso escribo hoy este post, para haceros reflexionar que los niños nunca son culpables de los conflictos de sus adultos y que si verdaderamente, el porcentaje de responsablidad es menor en nuestro caso, de la misma forma, debemos proteger a nuestros hijos ante las batallas que podemos mantener con el que tiene más responsabilidad, porque como explicaba en otro posthttp://www.obolog.es/escribir:n:soniapsico:p:2368995 Parejas rotas, padres para siempre, podemos fracasar en nuestra relación de pareja, pero el rol de padre  vinculado a una madre (o viceversa), no desaparecerá nunca y nuestra obligación es hacerlo lo mejor posible, independientemente de las circunstancias que nos rodeen.

...Y si no somos capaces de gestionarlo bien, debemos ir al psicólogo, que para eso estamos!!

LA EDUCACIÓN HOY

Hace tiempo,una madre valenciana tuvo que pedir a la administración que se hiciera cargo de sus dos hijos de 17 y 13 años porque "no podía con ellos", ya que encontraba amenazada su integridad física. Según comentaba, en los últimos tiempo había tenido que poner hasta candados en las puertas de las habitaciones.

Está claro que algo ha pasado en la educación tanto de estos chicos como de todos los que se encuentran en la misma situación. Independientemente de las circunstancias personales, que nunca podemos juzgar, lo cierto es que la proporción en la que se están dando estos casos, está aumentando considerablemente.

La educación de nuestros hijos ahora no está bien visto. Si un niño se muestra educado "es repelente", pero si es maleducado "es gracioso". Está claro que un pequeño maleducado es gracioso hasta que deja de ser pequeño, ¿y después, qué?, ¿un día le río la gracia y al siguiente intento corregirlo?...

Por otro lado, nos encontramos con los niños educados en la "crianza idealizada". Estos niños tienen una habitación preciosa, llena de juguetes variopintos, con un ordenador y un televisor, monísimo todo... si es niño,el televisor será probablemente de Spiderman y si es niña de Hello Kitty, con todo a juego... "así, cuando el niño quiera ver los dibujos, se va a su habitación y yo puedo ver la película tranquila, también, cuando yo esté en la sala, el niño se podrá meter en el ordenador a jugar o a buscar información sin necesidad de interrumpirnos mutuamente"... y cuando pasen los años y los niños crezcan me quejaré porque tomará la casa como un hotel, en el que llega del cole o del insti y se mete en su cuarto a la espera de la comida, a estar con sus amigos... entonces querremos que nos hablen, que nos cuenten cómo les ha ido, querremos mirarles la cara, olerlos, porque nos entrará miedo porque "no sabemos por dónde van".

Debemos tener claro que la educación de hoy es un sumatorio de la educación de cada día desde que el niño es pequeño.

Seguro que podemos hacer algo, seguro que estamos a tiempo. 

Sólo tenemos en principio que informarnos cómo debemos actuar, estar dispuesto a escuchar y no esperar para empezar a actuar. 

LA IMPORTANCIA DE LA COHESIÓN EN LA EDUCACIÓN

La Real Academia Española define Cohesión como la acción y efecto de adherirse las cosas entre sí o la materia de que están formadas.

La imagen mental que a mí me viene a la cabeza al leerla es una serie de circulitos pegados unos a otros con una gran fuerza de atracción y en la que no existen espacios vacíos entre ellos.

Justamente así es como debemos enfrentar la educación las distintas personas que nos hacemos cargo de un niño. 

Debe existir una gran cohesión entre el padre y  la madre (sobre todo), la escuela, los abuelos... Siguiendo esta imagen mental, imaginaos que el niño se cae a través de rabietas, caprichos, comportamientos inadecuados, manipulaciones... ( todos estos comportamientos se pueden dar hasta incluida la adolescencia, no os quedeis sólo en las primeras edades), si se cumple la cohesión, seremos capaces de sostenerlo, muy al contrario que si no existe cohesión, ya que se escurrirán entre los huecos que dejemos por trabajar al niño de forma diferente.

Esto es lo que ocurre con mucha frencuencia en algunas casas y concretamente lo que me dijo una madre el otro día, casi llorando, porque ella venía a consulta, se informaba cómo podía mejorar el comportamiento de su hijo, se iba con las ideas muy claras, con ganas, con ilusión de ver que su hijo podía mejorar en su comportamiento y de hecho poco a poco lo estaba consiguiendo, pero declaró con lágrimas en los  ojos que se sentía muy sola en la batalla que estaba librando porque su marido no la acompañaba en la forma de afrontar los comportamientos de su hijo, es más, hacía a veces justo lo contrario de lo que sabía que debía hacer...porque "le daba pena" 

Tampoco encontraba apoyo con su madre, abuela del niño y cuidadora también cuando por los horarios laborales de los padres no podían atenderlo , ya que al ser una persona mayor, no le quedaban fuerzas ni ganas para mantener el pulso con el que el niño la desafiaba.

Ante esta situación, os imaginais que todo lo que esta madre trabaja tarda mucho más en dar sus frutos, porque el niño se resguarda "ante el sol que más calienta".

Y es que la falta de cohesión entre los cuidadores principales de un niño es uno de los factores que más influye en los resultados de la educación de nuestros hijos.

MI HIJO DE 3 AÑOS USA LAS TECNOLOGÍAS PARA RELAJARSE

"Mi hijo de 3 años usa las tecnologías para relajarse". 

Esta fue la frase con la que una madre justificaba que le dejaba la tablet a su hijo. Por supuesto que los juegos que usaba eran adaptados a su edad, como  puzles.

Por supuesto, yo no estoy en contra de las nuevas tecnologías, faltaría más. Entiendo que son muy positivas e incluso yo las uso a veces en las terapias. Lo que no nos podemos permitir es un mal uso de las mismas.

Yo entiendo mal uso de las tecnologías cuando la frecuencia es excesiva. Hay niños que usan todo su tiempo libre entre unos aparatos y otros y no les queda tiempo para jugar con su imaginación.

Otro mal uso puede ser cuando a mi hijo le faltan habilidades sociales y en vez de trabajarlas y darle la oportunidad de que se relacione con muchos niños, atiendo a su demanda y le doy una tablet cuya principal característica es la individualidad y el aislamiento.

También entiendo mal uso de las tecnologías cuando se convierten en un medio y no en un simple fin de entretenimiento. Y es lo que estaba haciendo esta madre. Usaba la tablet para que su hijo se relajara. Entonces, en unos años, cómo iba este niño a conseguir momentos de tranquilidad?. Si no les damos a los niños formas naturales de llegar a este estado, siempre tirarán de su bagaje emocional y en este caso se tranquilizará con maquinitas...

Si mi hijo está activado o intranquilo, mi responsabilidad es darle herramientas mentales para que se relaje. Pero cómo podemos hacer esto?. Muy fácil. Jugando a respirar, cogemos el aire por la nariz y lo expulsamos poco a poco por la boca, pero antes lo mantenemos un rato en los pulmones. Qué divertido! A ver quién aguanta más!...

También podemos coger un libro y ojearlo (no digo leer porque en este caso el niño no sabía).

Podemos imaginarnos que estamos en la luna y vamos andando despaaaaacio...

Hay mil y una formas, pero sí es cierto que en cada una de ellas, nosotros debemos estar implicados, mientras que con una tablet no...y estamos siempre tan ocupados! Yo lo entiendo.

Pero la información es poder. Una vez que sé lo que estoy haciendo y lo que puede implicar mi acción, soy muy libre de elegirla o no, pero siempre estaré asumiendo las consecuencias.

UN TELEVISOR PARA LA HABITACIÓN DE MIS NIÑOS??

Esto de tener niños hoy en día y educarlos equivocándonos lo menos posible, se ha covertido en una tarea muy complicada y yo la vivo en primera persona, no os creais!

Una de las dudas que más me preguntan los padres cuando tenemos reuniones es si es bueno que sus hijos tengan un televisor en su habitación (os aclaro que quienes lo preguntan, normalmente, ya lo tienen instalado).

Mi respuesta es siempre la misma. Un televisor en la habitación de los niños es siempre contraproducente.

Si os parece, vamos a analizar esta postura. 

Hay padres que los ponen porque los niños, con pocos años de edad, no se quedan dormidos si no es con el ruido de este aparato, otros, porque quieren poder ver sus programas favoritos a la vez que sus hijos quieren ver  otros diferentes, también están los que les interesa porque así tienen la wii, la play y su habitación se convierte en un cuarto de juegos...

Pueden existir muchos motivos diferentes, pero todos están basados en una prioridad equivocada.

Partimos de la base de que los niños, por la noche, no deben ver televisión, en general, los niños se duchan, cenan, hacen pis, se lavan los dientes y se van a la cama, donde pueden leer un ratito...y a dormir que mañana hay cole.

En el colegio se nota muchísimo el niño que se acuesta tarde. Su atención y su concentración se resienten.

No nos damos cuenta que así alejamos a nuestros hijos de nosotros, y, en unos años, en los que es tan importante  la comunicación y el seguimiento de nuestros adolescentes, habremos creado una inercia de comportamiento que irá en contra de nuestros deseos.

Me vienen a consulta muchos padres y madres, desesperados, porque sus adolescentes viven en sus casas como si fuera un hotel. Algunos, hasta la bandeja de la comida se las llevan a la habitación para encerrarse y tener el mínimo contacto con sus progenitores.

Esta es una realidad que nos puede llegar a cualquiera. Esas personitas encantadoras por las que nos esforzamos día a día para que lo tengan "todo", crecen y se convierten en adolescentes cuya característica principal es la separación y la individualidad, cuánto más cuando se les ha empujado en esa dirección.

Recordad siempre que "educamos para mañana", es decir, que las conductas que hoy reforzamos son las que van a predominar en el futuro, tanto en sentido positivo como en el negativo y si hoy les ponemos un televisor en su habitación, en qué momento vamos a quitarsela, o vamos a restringirsela, o vamos a cambiar de normas...sólo hay que tener las ideas claras, no hacer el camino más largo y pedregoso de lo que en realidad es y tener unas prioridades bien definidas. 

No debemos caer, por favor, en el chantaje emocional que usan nuestros niños con nosotros "todos mis amigos tienen una tele en su cuarto!!" "¿y qué?", les contesto yo, "teneis mucha suerte de tener unos padres que prefieren estar con vosotros"...

No eduqueis con complejos, ese es el mal endémico de los padres y madres de hoy, tened las ideas claras, dejad la educación en masa para los que no sepan hacerlo de otra forma

LOS CURRÍCULOS ADAPTADOS

Ayer me encontré con una circunstancia que tristemente se repite con alguna frecuencia. Un niño con retraso mental leve, con un curriculum adaptado pero con una profesora que no está dispuesta a trabajar con él de una manera adecuada, ya que lo mantiene al margen de las actividades de su grupo, el niño se aburre, se distrae, distrae a los demás con sus llamadas de atención y encima  lo castigan.

En líneas generales, el hecho de que algunos niños tengan que salir de su clase ordinaria para ir a la de refuerzo, es algo con lo que no estoy de acuerdo. Estos niños se señalan y su autoestima se resiente, pero a la misma vez, los compañeros tienden a marginarlos, porque los niños son niños y llaman a las cosas por su nombre sin entender ninguna otra circunstancia.

La madre de este niño, luchadora nata, pretende que se cambie al niño de clase para que otra profesora, con más habilidades, pero el director, por circunstancias, ha decidido que no puede ser. ¿Qué podemos hacer en estos casos?. 

Creo que a los niños con determinados déficits les ha beneficiado mucho que se les evalúe de acuerdo con sus limitaciones, pero, (aunque debe ser complicado llevar una clase con una ratio preestablecida, y además, algún niño "diferente",)  aún debe avanzar la forma de afrontar estas situaciones, en beneficio de los niños que lo necesitan para que se puedan sentir parte integrante de su clase y no exista ninguna posibilidad de que ellos mismos se autoevalúen de forma negativa.

NIÑOS CON HERMANOS CON NECESIDADES ESPECIALES

Hay veces que me encuentro a madres que vienen a consulta porque tienen problemas de comportamiento con alguno de sus hijos. Al hacer la historia familiar, no suele ser infrecuente que algún hermano tenga unas características especiales, unos son down, otros con parálisis, otros autístas...

Estas madres, en su intento de minimizar las características particulares de estos niños, olvidan que el hijo menos dependiente, también las necesita, y se produce una alteración del comportamiento en el que lo único que pretenden es llamar la atención para que a ellos también se les mire.

Y no es que los quieran menos, simplemente el hijo dependiente les absorve toda la energía y tiempo y como se dan cuenta que su otro hijo puede ser mucho más autónomo, aprovechan esta circunstancia porque no dan más de sí.  

Hoy he tenido en consulta a una madre con esta problemática y no va a pasar mucho tiempo en el que, poniendo una serie de estrategias en práctica, pueda ver resultados positivos.

Entre las estrategias que se le ha recomendado podemos encontrar:

- más vale la calidad que la cantidad de tiempo.

-haz que sea un cuidador más de su hermano.

- Intenta aprovechar la hora de la ducha, de la comida...para hablar de sus cosas.

-Cuando se vaya a acostar, siéntate en su cama, hazle cosquillas, riete con él/ella..

-Dile que la/lo quieres. A veces lo damos tan "por hecho", que no lo verbalizamos, pero es una frase imprescindible en cada uno de los miembros de la familia.

Pero sobre todo, yo me quito el sombrero ante las madres de familia con algún hijo con necesidades especiales, porque ellas realmente, sí que son especiales.

LOS NIÑOS CUMPLEN ROLES

Hace unos días, una madre de mellizos de casi 3 años me decía "mi hijo no para, no se le ocurre nada bueno, me llevo todo el día riñéndole y castigándole y aún así no avanzo con él..."

En ese momento, el niño, que estaba escuchando la conversación que mantenía su madre, le dio un empujón a su hermana y se subió en una mesa. No estaba haciendo otra cosa que demostrar lo que su madre estaba diciendo de él.

Y es que los niños cumplen roles. Los niños son niños, unos más tranquilos y otros más inquietos, unos con la autoestima más alta y otros más baja, unos que tienen más tolerancia a la frustración y otros menos y a partir del concepto que nosotros, sus máximos cuidadores y personas importantes para ellos, tenemos, así se comportan.

Es muy común encontrarnos con madres, pero sobre todo, abuelas, que no tienen reparos a decir delante de los niños " es que es muy malo!!". Es lo peor que podemos hacer porque ese será el "caminito" que seguirán.

Pero con esta premisa básica de comportamiento también  podemos trabajar, así que cogí a este niño, llamemosle "Juan" y le dije cogiéndole la mano para ayudarlo a bajar de la mesa "Juan, con lo bueno que eres, cómo te subes a la mesa, tú eres muy bueno, tú no puedes hacer estas cosas", el niño, con los ojos a cuadritos, se dejó ayudar a bajar y cuando lo hizo, le dí un beso y le dije "si es que eres muy bueno!" .

Una vez que se fue a jugar, le expliqué a la madre dos estrategias básicas:

1.- Nunca se habla de los niños delante de ellos si vas a decir algo negativo. ¿Lo haríais de alguien adulto?¿a que no?.

2.- Voy a ponerle a mi niño "el camino" que quiero que siga. Si pretendo que se porte bien y a veces no es así, sólo tengo que hacerle ver la incongruencia entre como él es ...y como se ha comportado...a la larga, el niño interiorizará este concepto que tenemos de ellos, lo volverá autoconcepto y por sí solo, discriminará la conducta con la que debe actuar.

No siempre hay que poner consecuencias negativas, un equilibrio entre éstas y un buen camino...y ya sólo es cuestión de tiempo. 

Vamos a intentarlo y me contáis.

ACEPTAR LAS CARACTERÍSTICAS DE NUESTROS HIJOS

Cuando tenemos un hijo, volcamos en él todas nuestras ilusiones. 

Normalmente, nos hacemos una idea de cómo va a ser, guapo (eso lo son siempre), listo, trabajador, responsable, gracioso, ocurrente...pero a lo largo de la evolución de nuestros niños, nos vamos dando cuenta que hay características que no son precisamente lo que nosotros querríamos que fuesen.

Nos vamos encontrando a una personita que tiene gustos propios, pero no sólo eso, sino que pueden llegar a ser contrarios a los nuestros.

En otras ocasiones, no son lo listos que habíamos esperado. 

Ayer me encontré a una madre en esta situación. Su niño, con un retraso mental leve, vivía en un contínuo refuerzo de las diferentes áreas de su vida. Clases particulares, logopeda, natación...y ahora psicóloga...porque tenía arranques de genio donde empujaba y decía palabrotas.

Pero el momento en el que yo me dí cuenta de qué pasaba posiblemente es cuando esta madre dijo que no aguantaba a su hijo. 

Ella estaba intentando minimizar ese retraso de su hijo, y me parece una actitud muy adecuada y necesaria, pero a la vez que lo quería ayudar, no aceptaba esta diferencia que marcaba a su niño. No tenían ni un minuto de tranquilidad, todo eran obligaciones y exigencias, ella decía que su pequeño siempre estaba sonriendo, pero yo estoy segura que este niño no era feliz. No se sentía aceptado y por consiguiente, tampoco se aceptaba él mismo, de ahí esos accesos de ira. No podían ser otra cosa que sentimientos de frustración, de sentirse torpe, cansado de trabajar el triple de los otros y aún así ir el último, sin ser reconocido en nada. Su autoestima debe estar por los suelos.

No es la primera ni la última madre que me encuentro en estas circunstancias, y no tiene por qué ser siempre referido a la capacidad intelectual, hay veces que no aceptamos que nuestros niños no sean como nosotros habíamos soñado pero eso no quiere decir que sean mejores ni peores, simplemente, que no se corresponden con nuestras expectativas previas y esta no aceptación provoca efectos negativos en nuestros niños y en el vínculo que creamos con ellos. 

Vamos a querer a nuestros hijos tal y como son, de la misma manera que pretendemos que los demás nos quieran tal y como somos nosotros. No es tan complicado.

EL ABURRIMIENTO ES LA MADRE DE LA CREATIVIDAD.

Dicen que el aburrimiento es la madre de la creatividad. Mientras estamos entretenidos, no nos paramos a idear nada, simplemente, nos dejamos llevar.

Si realmente esto es así, os confieso una cosa. Qué poco va a avanzar la generación de nuestros hijos. Y me preguntaréis por qué. Pues por algo muy sencillo, no dejamos a nuestros hijos aburrirse.

No hay nada más que ir por la calle dando un paseo y os daréis cuenta de qué os estoy hablando.

Madres y padres que instalan dispositivos portátiles en sus coches para que los niños, en los mínimos trayectos (cuántos más los máximos), vayan viendo los dibujitos y no se aburran...

Madres y padres que se convierten en agencias de viajes para sobrevivir a unas vacaciones, o peor aún, a un fin de semana...

Madres y padres que se transforman en monitores de tiempo libre ocupándoles cada segundo de la vida del niño cuando no tienen clase.

Madres y padres que convierten las fiestas de cumpleaños, las comuniones o cualquier evento en un tour de actividades sin tregua.

Madres y padres que en el primer momento de sentarse en una cafetería, en la sala de espera del médico, ya le están dando el móvil para que jueguen con alguna aplicación y así los niños se portan bien...

Así cómo pretendemos que los niños imaginen y creen cosas por sí mismos. De esta manera, lo único que estamos consiguiendo es que en el momento en el que no los estamos sosteniendo y sienten un mínimo de aburrimiento, nuestros niños no son capaces de soportar esa sensación tan desagradable, no aprenden a gestionarla y lo que se adquiere de manera natural en los primeros años de vida, se vuelve una carga insoportable que puede dar lugar a cualquier tipo, incluso, de conductas de riesgo...y todo, por no saber aburrirse....y todo, por querer ser los mejores padres del mundo y no dejar que a los niños no los toque ni el aire, que no sientan nada negativo...

Vamos a dejarlos que se aburran, vamos a dejarlos que su imaginación vuele, vamos a dejarlos que sean capaz de crear y cuando nos digan..."mamá, estoy aburrido", les contestemos...."pues bebe agua"....porque nosotros sabemos, que NO PASA NADA, que aburrirse no es malo, sino que es una oportunidad y con esa convicción también lo vivirán ellos.