jueves, 21 de abril de 2016

LAS NORMAL SOCIALES.

Llamamos normas sociales a las reglas en las que se ajustan las conductas de las personas para coexistir de una manera pacífica en la sociedad.
Por lo tanto, bajo mi punto de vista, educar, no es más que enseñar a nuestros hijos cuáles son esas normas sociales, mostrarles cómo debemos comportarnos para poder vivir en una sociedad de manera adecuada.
Observando desde hace tantos años a niños y a adultos, me voy dando cuenta que, escudándonos en que son pequeños, se nos está olvidando transmitirles esas normas.
Parto de la base de que estamos de acuerdo que son niños, y por lo tanto la espontaneidad es parte de su encanto, pero no por eso debemos dejarlos que funcionen al cien por cien como "amebas", esto es, "por impulsos", sino que muy al contrario y con cariño, (y porque los amamos), le debemos ir enseñando a vivir en sociedad.
Entre otras conductas y a modo de hacernos reflexionar, se nos está olvidando que a las personas que llegan hay que saludarlas. Me da igual que sea a  través de un beso o símplemente con la mano.
Se nos está olvidando que hay ceder el asiento a las personas mayores en el transporte público, no lo hacen ni los adultos, cómo lo van a hacer los niños. Como queremos tanto a nuestros hijos, los dejamos sentados ante personas que deberían sentarse, no vaya a ser que se nos cansen, pobrecitos!
Se nos está olvidando que deben comer con la boca cerrada y las manos sobre la mesa, con los cubiertos, con mayor o menor destreza, qué más da!, la cuestión es la actitud, que no se lee ni se mira el móvil ni las maquinitas mientras estamos en la mesa. Que no nos levantamos hasta que no hemos terminado. Qué miedo nos da que se aburran!, lo sentamos en la mesa y le ponemos dibujitos o tablets o móviles...siempre "enchufados", para que no nos den problemas. Después no somos capaces de llevarlos a un restaurante, ahí nos damos cuenta de lo que estamos haciendo...nada!.
Se nos está olvidando que debemos de enseñarles el respeto al otro sin darnos cuenta que somos el espejo donde se miran y también nosotros fallamos en este término, mostrándonos intolerantes a opiniones políticas o religiosas...o deportivas.
Se nos olvida lo que es la honestidad y es noticia que alguien devuelva una cartera con dinero...me asombra esta noticia  como si fuera la de un hombre que muerde a un perro...qué pena!
Se nos olvida enseñar a respetar los turnos, a esperar, ya sea en una tienda o en la cola del autobús...id a un parque y mirad cómo funcionan, en líneas generales, los niños delante de las escaleras de un tobogán...
Se nos está olvidando enseñar las palabras mágicas, "por favor", "perdón", "gracias", lo tomamos todo como un derecho y no me extraña cuando la crianza, en general, está basada en sentir al niño como si fuera el ombligo del mundo.
....Y tantas cosas....
Nos asustamos de lo que ocurre cuando vemos el telediario y somos testigos de cómo podemos llegar a funcionar las personas, la inhumanidad en la que coexismos...sinceramente, yo no me extraño.

lunes, 18 de abril de 2016

FUTUROS PADRES MALTRATADOS?

Como sabéis soy de Sevilla. Como sabéis esta semana hemos tenido Feria.
Iba yo caminando hacia el recinto ferial, concretamente en la acera de "La Calle del Infierno", que es donde se instalan todas las atracciones y me encuentro delante a una pareja que iba con su hijo de unos 6-7 años. 
Este niño llevaba en la mano un arco y una flecha de plástico que con toda seguridad se la habían acabado de comprar en uno de los puestos que nos rodeaban. 
Me llamó la atención porque este niño iba bufando, dando grandes zancadas y hacía aspavientos con sus brazos cuyas terminaciones eran en un lado el arco y en el otro la flecha. !Qué enfadado estaba!!
La madre, detrás de él, le iba explicando algo y pretendía tranquilizarlo, cuanto más le hablaba, más bufidos, aspavientos y zancadas daba el hijo, hasta que, en un momento determinado, se volvió y tiró a la cara de la madre la flecha (menos mal que era de plástico), se dió la vuelta y siguió con los bufidos y las zancadas. 
La madre, con toda la naturalidad y paciecia, se agachó a coger la flecha, llamando a su hijo por su nombre con un tono aún más conciliador si era posible. 
En ese momento tuve que adelantarlos porque se encontraron con otra familia y empezaron a saludarse, aunque el niño seguía enfadado a varios metros de sus padres.
Lo que se me pasó por la cabeza era que esta forma de actuar no era la primera vez que se producía así, recordemos que el niño tenía unos 6-7 años, ya no era ningún niño pequeño que pudiera tener una rabieta, y si esto era así, en qué momento iba a cambiar la actitud del niño hacia su madre, e incluso, en qué momento iba a empezar a gestionar esta madre los conflictos con su hijo para que no ocurriera más. 
Debemos tener muy claro que a los niños hay que ponerles límites, pero este trabajo se hace sobre todo en casa, para que cuando estemos en la calle, tengamos una base de gestión de conflictos. 
A los niños hay que enseñarles autocontrol, no porque vayan creciendo lo van adquiriendo por sí solos, muy al contrario, 
A los niños hay que enseñarles repeto, tanto hacia a ellos mismos como a los demás.
No nos puede dar miedo encararnos con nuestros hijos y no permitirles determinadas conductas que pueden crecer y llegar a ser agresiones.
Ojalá esos padres lean esto y se sientan identificados, así empezarán a educar a su hijo (recordad que educar no es otra cosa que enseñar a vivir en sociedad), porque si no empiezan a poner ya remedio, con mucha probabilidad se van a quedar para siempre en "La calle del Infierno".

martes, 5 de abril de 2016

NO FRENES A TUS HIJOS

¿Somos conscientes las madres y los padres de lo limitantes que somos a veces con nuestros hijos?
¿Cuántas veces realizamos actividades que les pertenecen a ellos?
No es cuestión de edades, nos podemos encontrar con estos comportamientos desde la más tierna infancia hasta adolescentes que a punto están de dejarlo de ser. 
No es cuestión del tiempo que disponemos, que será la primera excusa que nos salga por la boca, "así termino más rápido" ,"llevaba prisa y no podía esperar"...
Simplemente es que para nosotros, nuestros hijos van a ser siempre pequeños. Vivimos en una contínua dicotomía que va desde que los vemos los más listos del mundo, hasta que los infravaloramos y no somos capaces de darnos cuenta de lo que son capaces de hacer.
Después querremos educarlos en valores como la responsabilidad o la fortaleza, pero no será posible mientras estemos siendo un colchón que absorva todos los movimientos.
Intentad ver a vuestros hijos con la mayor objetividad posible. Miradlos sin prejuicios de que "es el pequeño", ni "es que no tengo otro"...ninguna excusa es suficiente para no dejar a tus hijos desarrollarse de una manera adecuada, porque por fortuna va a crecer quieras tú o no quieras, así que lo que toca es ayudarlo a crecer.
Atrévete!!

viernes, 1 de abril de 2016

MADRES SISTEMÁTICAS

En este mundo de extremos en el que nos ha tocado vivir, me encuentro con frecuencia con madres muy involucradas en su rol, intentando ser las madres perfectas en todos los aspectos de su maternidad y controlando cualquier aspecto de todo lo que esté relacionado con sus hijos...como si no hubiera un mañana!
Llevan a cabo de una forma exhaustiva y rígida la alimentación, la indumentaria, las actividades extraescolares, los deberes, el colegio, el amor por la naturaleza, por los animales, la educación emocional, la higiene dental, el valor del orden tras el juego, jugar con sus hijos tiradas en el suelo, hacer planes en familia, ayudar a sus vástagos a que consigan los objetivos evolutivos justamente cuando se considera que los deben conseguir, así abandonan los pañales antes de los 3 años y comen solos con 2 años y medio... Leen todos los libros de educación, de pedagogía, de psicología evolutiva y artículos que caen en sus manos para informarse de qué, cómo y cuándo en la crianza de sus hijos. 
Todo esto me parece estupendo y me quito el sombrero ante ellas, es más, me parece necesario porque los niños no vienen con un libro de instrucciones bajo el brazo y cualquier ayuda que podamos tener es poca.
....Pero....
A veces se nos olvida que cada niño tiene un ritmo y unos tiempos diferentes.
Se nos olvida que, dentro de unos límites, cada uno maduramos antes o un poco después y a veces les exigimos en algo para lo que aún, física o emocionalmente no están preparados.
Recuerdo que uno de mis hijos, puede que tuviera entonces 8 años y, cuando se duchaba solo, A VECES, pedía que el padre y yo lo secáramos...¿estaba preparado? por supuesto!, ¿sabía hacerlo? CLARO QUE SÍ!, ¿lo hacía cada día? SI, pero había días que emocionalmente nos necesitaba y nos reclamaba...¿por qué no íbamos a secarlo?. Algunas personas pensarían que podría ser "Una vuelta atrás"...Para nada! sólo estaremos cubriendo una necesidad de cariño...DE VEZ EN CUANDO!!!! y por supuesto, no tengo que decir que el día que no podía atenderlo sólo le tenía que decir que no podía, que "mañana", eso sí, "mañana lo hacía".
A veces, se nos olvida la naturalidad de la crianza, la flexibilidad y no la rigidez es el equilibrio que debemos encontrar, los extremos no son buenos para nada, tampoco para criar a nuestros hijos y ese equilibrio en cada uno de nuestros hijos no viene en ningún manual.